Así dice una canción de Loquillo. Vivimos anclados el lo que fuimos y ni pista de lo que seremos.
Se conmemora el 125 aniversario de Viveiro como ciudad. Un título otorgado 30 de Junio de 1891, este mismo año se inauguraba la estatuta de Pastor Díaz obra del catalán José Campeny.
Se conseguía de la mano de Ramón Rebellón Zubiri un abogado de 36 años y del Partido Conservador de Cánovas, otro de sus logros fue el ensanche del Puente.
Por esos años Viveiro tenía casi 13.000 habitantes, era capital de provincia marítima desde Cariño a Ribadeo y de Partido Judicial que alcanzaba: Ourol, Cervo, Muras, Xove, Riobarba… Cuando les preguntaban de donde eran decían: ¡Viveiro!
Era un referente económico y social, con minas y fábricas, escuelas y servicios, vanguardista, donde venían a consumir y disfrutar, éramos el primo de zumosol, hasta hace 20 años.
¿Por parámetros actuales somos hoy una ciudad? No y es evidente. La realidad es que existe éxodo juvenil y el número de habitantes es ficticio, en pocos años pegaremos un bajón. Con maña, esfuerzo, capacidad y ambición podríamos capitanear A Mariña, como otros municipios de Galicia: Riveira, Vilagarcía, Ponteareas, Carballo, A Estrada, Ames, Lalín… nos duplican en población y riqueza. Hoy en el ranking gallego ocupamos el puesto 32.
Hay que cambiar el chip y promover: asentamientos de empresas, educación empresarial, bonificaciones y ayudas, menos impuestos, programas de empleo jugosos, bajar las licencias, apoyar asociaciones de este ámbito, luchar por implantar servicios, dejarse la sangre en conseguir más infraestructuras, mayores sinergias con otras instituciones, consolidar exportaciones a través del muelle de Celeiro, industria de transformación de nuestras materias primas, potenciar las relaciones comerciales, un intercambiador bus-tren en Verxeles. Un sinfín de proyectos abandonados sin sudor y la atención necesaria. Pero es mejor comprarnos ropa, salir de fiesta y cruzarnos los brazos esperando a ser Detroit la “ciudad” fantasma.
Nos olvidamos de segar la hierba del Jardín y las parroquias están en pleno Julio como el Amazonas. Hablamos de Historia, cuando interesa… Ortigueira lleva un castillo y castros escavados con menos presupuesto y su Fundación hace maravillas en el campo de estudio histórico. Vivimos en un sitio precioso y ausente de preservación. Para chapuzones disfruten de las playas de O Vicedo porque algunas de las nuestras están sin cepillar.
¡Coma sempre, “Viveiro: moito fandango e pouco diñeiro”!