En un mundo global y escaso de valores, en una sociedad en la que cada uno va a lo suyo, es de admirar el compromiso de las cinco familias de A Mariña que hasta hoy han acogido en sus casas a seis niñas y niños llegados desde Ucrania. Los cuatro primeros pisaron por primera vez Ribadeo y Viveiro en el verano de 2018, volvieron en Navidad y así hasta ahora. Los otros dos llegaron un poco después. Empezaron viniendo cuatro y ya son seis l@s ucranian@s que estos días compartieron parque, juegos y experiencias con mariñanos de sus mismas edades.
Ucrania atraviesa por una situación difícil desde hace años como consecuencia del desastre de Chernóbil y de la guerra, con lo que todo eso conlleva. Es muy loable el gesto de estas familias mariñanas (cuatro de Ribadeo y una de Viveiro), ya que gracias a su bondad y a su grandeza estos seis pequeñ@s (cuatro chicas y dos chicos) pasan unos meses de vacaciones alejados de las dificultades de su país de origen. Gracias a estas familias conocen nuestro paisaje, nuestra lengua, nuestra gastronomía, nuestras costumbres… nuestra cultura. Estas familias se encargan de dedicarles su tiempo, de costear sus viajes, de llevarlos a revisiones médicas, de que acudan a diversas actividades, de cuidarlos y de darles todo el cariño que precisan para que su estancia en A Mariña sea lo más agradable posible.
Estos pequeños le roban el corazón a quien se cruza en su camino. Han llegado aquí de la mano de la asociación Niños de Ucrania y Andalucía y ojalá sean más las familias que se unan a este colectivo y realicen más acogidas. Nunca es tarde para que nos preocupemos un poco por quienes más lo necesitan y por compartir con ellos un poco de nuestro tiempo y de nuestra solidaridad.
Carmen Cruzado (Xornalista)