Lydia Álvarez explica que un persoal shopper inmobiliario “es un servicio personalizado de búsqueda de inmuebles para que el cliente pueda seguir centrado en su día a día. Es un profesional que representa y acompaña al comprador en la adquisición de cualquier activo inmobiliario. El servicio va dirigido a encontrar la propiedad que el cliente nos demande y que sea adecuada para sus necesidades, así como de su presupuesto. Utilizando nuestros conocimientos del sector conseguiremos una combinación entre precio, ubicación, características y condiciones de compra. En resumen, analizamos la realidad inmobiliaria de nuestro cliente y nos dedicamos en exclusiva a su encargo, que queda plasmado en un contrato de encargo de servicios de PSI. Parte del trabajo consiste en encontrar esas propiedades dentro y fuera de los anuncios convencionales, a través de contactos, de otros profesionales, búsqueda a puerta fría mediante trabajo de campo y prospección, y a través de portales inmobiliarios e internet. Se visitan los inmuebles que encajen con nuestra búsqueda y se presenta un informe. De los elegidos se vuelven a visitar con el cliente, de forma presencial o en remoto, y sobre el finalista se hace una investigación legal y técnica: si tiene alguna afectación urbanística, si ha pasado la ITE, inspección técnica de edificios, si tiene daños estructurales, la titularidad legal del inmueble, si corresponde a la persona que nos lo enseña, si es una herencia y todos quieren vender, si está inscrito en el Registro de la propiedad, etcétera”.
“También negociamos en beneficio de nuestro cliente. Intentamos conseguir la mejor oferta de compra, pero no sólo de precio porque también hablamos de plazos de compra, de mobiliario y de otros aspectos para que lleguemos a un acuerdo con la parte vendedora. Acompañamos al cliente durante todo el proceso de compra”, añade Lydia Álvarez, quien también comenta que la figura del personal shopper inmobiliario “de momento es bastante desconocida en esta zona, pero se utiliza desde hace tiempo en otras partes de España, como la Costa del Sol, Mallorca o Barcelona, que tienen más demanda de inmuebles por parte de personas extranjeras, pero ya se está usando también por españoles.
Lydia Álvarez finaliza comentando que “a priori puede parecer un gasto extra para el comprador, pero es un servicio profesional que a la larga ahorra tiempo y problemas futuros con respecto a una compra inmobiliaria sin la debida investigación”.