El estudio Siniestralidad vial en España, de la Fundación Mutua Madrileña y Fundación Gaspar Casal, ofrece datos reveladores sobre los siniestros de tráfico con víctimas leves, graves y mortales que se produjeron en el territorio nacional entre 2008 y 2019.
En dicho período, el total de accidentes ascendió a 1,12 millones. Por otro lado, el 60% se concentran en tan solo tres comunidades autónomas, a saber, Andalucía, Cataluña y Andalucía.
Ahora bien, al analizar la tasa de víctimas, la realidad es distinta. Galicia es la región en la que hay más probabilidades de morir en un siniestro vial, con una tasa de 6,4 fallecidos por cada 100.000 habitantes. En segundo lugar, está La Rioja, cuya tasa es de 5,9; y en tercero, Castilla y León (5,8).
Cambios en las tendencias de los accidentes mortales
En el lapso de tiempo comprendido entre 2008 y 2013, la mortalidad se redujo en un 43% aun cuando los accidentes aumentaron en un 11,7%. Al parecer, este descenso se debe, en parte, a la implementación de mejores mecanismos de seguridad por los fabricantes de vehículos. Al mismo tiempo, hay que matizar que el aumento de siniestros en este período se produjo en los entornos urbanos, que por lo general son menos peligrosos que las carreteras.
También es notable el aumento en la cantidad de motociclistas que fallecen en esta clase de accidentes. Del total de fatalidades durante 2019, el 32% correspondió a conductores de motocicletas, lo que equivale a un aumento del 13% de las incidencias con respecto a 2008.
Otra estadística significativa es que el último año estudiado es el único en el que más de la mitad de las víctimas mortales fueron usuarios vulnerables. Con este término, se hace referencia a todas las personas que no viajan a bordo de un vehículo pesado, de dos o tres ruedas, o ligero y que, por ende, no están protegidos por ninguna carrocería.
Principales estadísticas por grupos de edad y género
Por grupos de edad, se han registrado cambios en la tendencia durante el período estudiado. Al comparar los datos de 2008 con los de 2019, encontramos un significativo descenso en la tasa de mortalidad en los grupos de menos edad. La incidencia de accidentes mortales entre los hombres cuyas edades oscilan entre los 0 a 14 años y 15 a 24 se redujo 55 y 67%, respectivamente. En el caso de las mujeres ocurrió algo parecido en el rango de edad de 15 a 24 años, cuyo descenso durante el último año del estudio fue de 62% con respecto al primero.
Lo que no ha cambiado de manera sobresaliente es el hecho de que tres cuartas partes de los heridos y fallecidos son hombres, aunque solo representan un 58% del total. Parte de la explicación podría la mayor aversión al riesgo de las mujeres, que tienden a ser más precavidas al conducir.
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