O alumno pamplonés conta que “en Oporto estoy ahora en formación orientada hacia la electromecánica, tras haber hecho un curso de formación profesional, y básicamente se trata de aprender sobre el trabajo. Llevo un mes y voy a estar tres”. La pandemia está también muy presente en el día a día de la ciudad lusa: “las relación interpersonales son muy justas, como mucho con el compañero de piso y con los del trabajo. Nada de ocio y no me pueden ayudar en nada, como por ejemplo en algo tan normal como el recorrido en metro. No me pueden echar una mano como sí podrían hacerlo sin covid. Está todo cerrado, ni siquiera las peluquerías están abiertas”.
Alejandro Torres Pérez lembra que “estuve en Italia antes, también en plena pandemia, durante tres meses. Cuando llegué había alguna restricción menos que en España, podía haber algo de ocio y los bares estaban abiertos. En las primeras semanas pude hacer un poco de turismo, pero se cerró rápido y, a partir de ahí, sólo me relacionaba con gente bastante mayor que yo. Sólo pude visitar un pueblo cercano al que yo me encontraba”.
Malia a anómala situación vivida no último ano destaca que “la verdad es que la experiencia a nivel personal en otras condiciones habría sido mucho mejor. Así tuve que estar encerrado en casa cuando quisiera haber visitado muchas zonas de Italia y de Portugal. Pero me está haciendo crecer como persona. Por ejemplo, cuando fui a Italia, no había viajado nunca en avión y me encontré en uno de los mayores aeropuertos de Europa, el de Frankfurt, después de cinco horas de viaje hasta Madrid. También en el viaje de Pamplona a Oporto tuve problemas porque hasta Madrid pude volar sin PCR pero a Oporto no, de modo que me quedé tirado durante dos días y tuve que buscarme la vida. Una vez llegué a Oporto tuve que estar quince días confinado en casa, haciendo la cuarentena obligatoria”.
Alejandro Torres anima “a otros jóvenes a vivir una experiencia de este tipo porque te hace crecer como persona, tienes que aprender a buscarte la vida, a convivir y bastantes otras circunstancias que no son las habituales. Te hace conocer otra cultura en el ámbito laboral. Algo que he visto es que Italia es más rica que Portugal y eso se nota mucho. En el mismo trabajo se cobra muy diferente. Y puedes observar que no se trabaja igual”.