Tenemos muchas celebraciones pendientes desde el 14 de marzo de 2020: San José, los días del Padre y de la Madre, la Semana Santa, el Arde Lucus, la Festa Castrexa, el Resurrection Fest, el Ribadeo Indiano, la Romaxe Vikinga, la Festa Normanda, San Roque, el Carmen, la Maruxaina, As Quendas, As San Lucas, San Froilán, San Valentín, el Carnaval, mercados varios, todas las patronales y veremos hasta donde llegamos con las anulaciones en este 2021. Y por mucho que hayamos oído hablar y criticar aquello de salvar el pasado verano y la pasada Navidad, no es cierto, porque nada fue igual que en 2019.
Hay tantas ganas de fiesta que el día que podamos dar rienda suelta a nuestros deseos… Ahí lo dejo para que cada quien lo sueñe, lo imagine, mientras sigue leyendo.
Sirvan estas líneas como homenaje a las orquestas, a los grupos musicales, a los teatrales, a tantas y tantas personas de este sector afectadas por la pandemia del covid19, de los que casi nadie se acuerda. ¿Qué sería de nuestras vidas sin música, sin teatro, sin cine, sin diversión? La cultura nos necesita y nosotros la necesitamos para evadirnos durante un tiempo de la realidad con la que convivimos a diario.
Sirva este artículo también para homenajear a los puestos ambulantes que dan color y sabor a las fiestas campestres, a esas que llevan paradas más de un año: tómbolas, golosinas, atracciones variadas, hinchables, bares, pirotecnias, etc, etc…
Ojalá pronto volvamos a disfrutar juntos de verbenas, conciertos, películas, teatro, exposiciones… Tenemos hambre de ocio, de cultura y de fiesta. Tenemos mucho por celebrar y a estas alturas no es mucho pedir.