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El Celta afronta la segunda vuelta con motivación y tensión

 El Celta de Vigo acabó la primera vuelta de la Liga Santander con un balance final de 23 puntos. Actualmente, el club celeste se encuentra en undécimo puesto pero, debido a sus últimas actuaciones, aún no está claro cuáles son los objetivos reales para el final de la presente campaña. La distancia que les separa de Europa, que sería el objetivo de éxito, es similar a la que les separa de los puestos de descenso, por lo que la salvación también se dislumbra en el horizonte.

Un buen inicio

El Celta comenzó la temporada con buen pie. Con dos empates, ante el Éibar y el Real Valladolid fuera de casa, y una victoria importante ante el Valencia en el Estadio de Balaídos, parecía que el conjunto vigués iba por buen camino para estar en los puestos europeos. Pero nada más lejos de la realidad: tras su primer triunfo, el Celta no volvió a conocer la sensación que produce ganar hasta después de ocho partidos.
A finales de noviembre, el conjunto gallego era favorito en cualquier casa de apuestas para salvarse. Sin embargo, aquel horizonte europeo ya se contemplaba desde una lejanía bastante abrumadora. El Celta necesitaba un toque que le despertara de su mala racha y llegó con la victoria en casa contra el Granada. Desde esa fecha, el club cambió de cara y encarriló hasta siete partidos sin conocer la derrota. Una racha completamente distinta a la anterior.
Todo iba bien en el Celta hasta que llegó la jornada 17 del campeonato liguero. El equipo dirigido por Coudet visitó al Real Madrid y cayó derrotado. Pese a que no querían volver a tropezar con una mala dinámica, la Copa del Rey les sacudió con una contundente derrota ante la Unión Deportiva Ibiza por 5-2, un equipo que juega en la Segunda División B. La eliminación supuso un duro palo para el conjunto celeste.
El 2021 no empezó bien para el Celta. Con las nuevas derrotas ante el Villarreal y Real Betis, los hombres de Coudet no han cosechado ningún resultado positivo en el nuevo año. Aun así, la fuerte competitividad de la Liga Santander les ha mantenido en el medio de la tabla clasificatoria. Con 19 partidos por delante, el futuro de los vigueses se debate entre la motivación y la tensión: motivación porque, de conseguir una buena dinámica, tienen a siete puntos el alcance de los puestos europeos, y con tensión porque seis puntos por detrás se encuentran los temidos puestos de descenso, que les llevarían a la Segunda División.


El técnico se ha mostrado positivo de cara a los próximos encuentros y la calidad de la plantilla da a entender que no deben tener problemas para permanecer un año más en Primera División. Sin embargo, si siguen la mala racha y no despiertan pronto, pueden acabar pagándolo muy caro, ya que los equipos de abajo también harán un gran esfuerzo por salvarase del descenso. Por tanto, con toda la segunda vuelta por delante, el Celta tiene en su mano cambiar a un mejor camino antes de que sea demasiado tarde para lograrlo.

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