O presidente da Asociación de Comerciantes, Industriais, Servizos e Autónomos, Francisco Iriarte, asegura non entender o que está a pasar: “en un pueblo donde nos conocemos todos y donde los carteros no han cambiado, se están devolviendo cartas por error en algún dato, aun conociendo al cien por cien al destinatario. Me refiero negocios, que en la mayor parte de los casos llevan el nombre comercial, algo que es perfectamente visible en la calle y que no ha cambiado. Pues incluso esas cartas, esas comunicaciones, se están devolviendo. Hemos recibido llamadas de clientes advirtiéndonos de esta situación y dándonos sus quejas”.
Iriarte Quintana pregunta “¿por qué esas cartas no se entregan? El trabajo de los carteros ha sido siempre impoluto, amable y afable. Si te conocían te entregaban una carta en la calle, o te avisaban de que te iban a llevar un certificado en un rato, incluso te llamaban por teléfono… insisto en que esto es un pueblo, donde nos conocemos todos y ahora en enero seguimos siendo los mismos de hace un mes. No entendemos por qué un buen servicio, algo que funcionaba bien, se elimina con tanta facilidad. Somos vecinas y vecinos unos de otros y deberíamos estar para ayudarnos, no para complicarnos las cosas”.
O xerente de Acisa, Jesús Pérez, sinala que “Correos es una empresa pública que pagamos todos y que está dando un peor servicio que sus competidores. Un repartidor de una empresa privada no deja ningún envío sin entregar, en cambio Correos devuelve toda carta o paquete, que por decirlo así no lleve el ADN de la persona a quien va dirigido”.
Pérez Prada engade: “podemos entender que sean normas dictadas desde Madrid, pero no se pude seguir la mala costumbre del centralismo, no toda España funciona como Madrid, donde nadie se conoce. Aquí los carteros llevan repartiendo años en las mismas calles, en los mismos negocios, conocen por el nombre a o por el apodo a los vecinos y a los empresarios, sin embargo tienen orden de no entregar las cartas que lleven algún dato incorrecto en la dirección postal, aunque en el caso de los negocios sean perfectamente identificables y podrían ser entregadas a sus destinatarios sin ningún tipo de problema”.
O presidente de Acisa destaca que “son muchas las quejas que desde hace ya tiempo recibimos y que nos consta que también recibe la dirección de Correos, la oficina de reparto de Ribadeo. Esto no es un capricho es un llamada a la sensatez, la empatía y la humanidad de las personas. Esta situación origina problemas a vecinos y empresas, facturas que no llegan, comunicaciones que no se reciben, requerimientos… algo que pone a veces en aprietos a quien tiene que recibirlos o a quien los manda”.