Qué vamos a decir a estas alturas que no sepas del Luther, y por supuesto de su director y todos sus profesores, que eran el alma del cole.
Has sido para mí, y creo que para todos los que estamos aquí (y muchos que no han podido venir, ) una de las personas más importantes, sobre todo en esos años tan esenciales como son los de la infancia.
Has conseguido hacer de un colegio, algo mucho más que un colegio
Nuestra familia, nuestro hogar, como bien decía el himno que me consta que todos llevamos en nuestra memoria y nuestro corazón, y en cualquier momento seríamos capaces de cantar con todo el orgullo de haber pertenecido a ésta pequeña gran familia.
Has sabido hacer de un director, algo mucho más cercano que eso. Una persona fundamental en todos y cada uno de nosotros. Y eso sin perder la figura de autoridad
Y no me refiero a los capones que muchos de mis compañeros se han llevado ( yo por suerte no llegué a probarlos, pero es que yo he sido bastante sosita…)
Me refiero a saber ser una autoridad a la que nos hemos acercado tanto como a un padre, o algunos (hablo por mí ahora) incluso más.
Ha sido un auténtico privilegio el haber sido “alumna“del colegio más maravilloso que ha existido nunca.
Y digo alumna entre comillas, porque más que un colegio con alumnos, ha sido una gran familia numerosa, en la que la generación de padres que erais todos los profesores, cuidaban de sus hijos que éramos los niños, y les enseñaban, no solo a nivel curricular, sino a ser los hombres y mujeres que somos ahora.
Gracias por ser como eres. Gracias por habernos transmitido el valor del amor por los demás, la igualdad, el valor de las cosas realmente importantes
Gracias por haber estado dedicado a la enseñanza de una forma tan vocacional, y por haberte cruzado en nuestra vida
Gracias por haber puesto siempre tanta ilusión en lo que hacías, porque esa ilusión va a seguir viva siempre en todos y cada uno de nosotros. :
Gracias, gracias por todo.
Sara Serrano
Ex alumna del Colegio Luther King (Madrid)