Aplaza el proyecto “unos años”
La Xunta renuncia a construir la goleta porque “no es momento” de gastar dos millones
La oposición celebra la decisión tras criticar la construcción de “un minigaiás” y se abre al consenso
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4 Feb. (EUROPA PRESS) –
“Es un buen proyecto, pero inadecuado en este momento, por lo que se aplaza hasta que haya unas condiciones más favorables”, ha sostenido el responsable de Portos, para incidir en que la goleta “tendrá que esperar unos años” porque en la coyuntura actual es “inadecuado”.
Así las cosas, según ha avanzado en comisión parlamentaria, la recuperación del patrimonio marinero tradicional y la dinamización de la carpintería de ribera se hará con proyectos “de menor tamaño” y cuyo coste no supere “la décima parte” de lo previsto para la goleta.
Este cambio de postura se produjo en el segundo turno de su comparecencia a petición propia para informar del proyecto y tras defender que la Xunta “debe cubrir un espacio huérfano de iniciativa privada” a fin de evitar la desaparición de un sector “secular” y de poner en valor el patrimonio marinero gallego.
“POTENCIALIDADES” DE LA GOLETA
De hecho, el presidente de Portos había insistido en que la construcción de una goleta de carga –con dos mástiles y 24 metros de eslora– se construiría “aunando el saber hacer secular con las innovaciones propias del siglo XXI” y situaría a Galicia “a la altura de países como Noruega, Holanda y Dinamarca, que conservan y fomentan su patrimonio marítimo”.
Tras constatar que Galicia tiene en este ámbito “una asignatura pendiente con décadas de retraso”, también había incidido en que la citada embarcación tendría “potencialidades y beneficios” tanto en el ámbito cultural, como en el socio-educativo y el económico. Por ello, a su juicio, una goleta que “posiblemente” superase los dos millones de euros “cuesta lo que vale” incluso sumado un coste de mantenimiento anual de “entre 50.000 y 100.000 euros”.
“MINIGAIÁS”
Su primera intervención se ganó las críticas de los portavoces de la oposición, Manuel Gallego (PSOE) y Bieito Lobeira (PSdeG), que arremetieron contra la construcción de esta embarcación en un momento de “crisis” y en el que las políticas de “austeridad” de la Xunta obligan a retirar el seguro marítimo para mariscadoras y a eliminar el complemento de sus pensiones.
Inicialmente, el nacionalista interpretó que el objetivo de su construcción era llevar a cabo “una cacicada con fondos públicos” relacionada con “baronías locales del PP”, dado que “la práctica política” del Gobierno gallego da “pasos atrás” en materia de revalorización de “las señales de identidad” de Galicia y del patrimonio.
Como ejemplo, puso la “expulsión” del Hidria II, el único barco de vapor de la Península Ibérica, que “tuvo que irse” al Mediterráneo. “Y ése si que era un buque emblemático tradicional”, evidenció, para pedir a renglón seguido a la Xunta que abandone la construcción del “minigaiás de la Consellería do Mar” y planifique “una estrategia de defensa del patrimonio cultural”.
Del mismo modo, el socialista consideró que la goleta es “un capricho” del diputado del PP en la zona, José Manuel Balseiro, al tiempo que la tildó de “verdadero despropósito”. “Amiguismo y despilfarro de fondos públicos”, sostuvo, para exigir la “retirada” del proyecto. “No sigan por ese camino”, reclamó.
Enfrente, Balseiro reconoció que la situación para iniciar la construcción de la goleta “no es la idónea”, pero defendió el proyecto justificando que el sector de la carpintería de ribera “lleva muchos años llamando a la puerta de la administración para no desaparecer”.
RECTIFICACIÓN
Escuchadas estas críticas, el presidente de Portos de Galicia proclamó que los responsables políticos deben “ser sensibles” a las peticiones y a los argumentos y, de este modo, sus decisiones también deben tener “una cierta plasticidad”.
Dicho esto, se preguntó si “es el momento para una inversión de esta magnitud” y si “conviene concentrar en un único proyecto y en un solo punto del litoral todo el esfuerzo inversor” y consideró que la respuesta es “no”.
Por ello, anunció una “revisión” del programa, por la cual se estudiará la posibilidad de construir un velero “de menor tamaño” que la goleta, con un coste de 200.000 euros en A Mariña; mientras que la ría de Arousa (Pontevedra) podría acoger otro buque “sencillo”.
Tras ser aplaudida su decisión por los grupos de la oposición, Álvarez Campana apeló al “consenso” y propuso crear una mesa de trabajo para impulsar la carpintería de ribera y poner en valor el patrimonio marinero de Galicia.
Por su parte, socialistas y nacionalistas mostraron su “apoyo” al sector de la carpintería de ribera y propusieron, entre otras cuestiones, que su dinamización podría llevarse a cabo a través de la sustitución del poliéster por la madera en las embarcaciones.
CARPINTERÍA “DE RIBEIRA”
A lo largo del debate parlamentario, salió a colación la confusión del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de la carpintería de ribera con la de “Ribeira”, localidad coruñesa ubicada en la comarca de O Barbanza.
Fue el propio Lobeira quien expresó su “miedo” ante el proyecto, ya que los “precedentes” del mandatario diciendo que sería “bueno” para la citada comarca “hacen dudar de su consistencia”. En su turno, Gallego censuró “el cinismo llevado a múltiplos de 15 o de 20” del líder del Ejecutivo gallego al afirmar que toda la zona “reclama” el comienzo de su construcción.
Balseiro recriminó a los portavoces de la oposición estas críticas y aseguró que Feijóo “sí sabía lo que decía, como siempre que habla” y justificó el comentario en que “una de las carpinterias está en Ribeira”.
“El señor Balseiro interpreta la santa palabra de Él”, ironizó el parlamentario nacionalista, quien vio refrendado su comentario por el presidente de Portos, quien entendió que el parlamentario popular es “especialista en hermenéutica”.