Pelea de gallitos coaligados.
Por Javier Illán
Cuesta creer que el único y verdadero motivo para renunciar al muy necesario césped artificial en o Cembedo (500.000€), y lanzarse a la aventura de buscar financiación para la ocurrencia de unas pistas de atletismo y un campo de fútbol con vestuarios e iluminación en Lavandeiras (más de tres millones de euros si se hace todo homologado y reglamentario), sea única y exclusivamente que “nadie va a ningunear al Alcalde de Viveiro y negociar al margen”. El orgullo ciego de semejante aseveración, se antepone así al rigor de valorar cuestiones tan fundamentales como si realmente un complejo de estas dimensiones tiene allí espacio suficiente (yo lo dudo mucho), o cómo se va a mantener (son unas instalaciones muy caras y delicadas) y hasta quien va a financiar esto, viendo la crisis económica que padecemos y la situación financiera de todas las administraciones públicas, especialmente la del propio concello.
Al mismo tiempo también resulta grotesco el enfrentamiento público entre dos políticos que en teoría gobiernan juntos la Diputación Provincial (Veiga y Roel), pero que en la práctica solo se preocupan de sus áreas respectivas y de intentar boicotear los proyectos de su socio de gobierno: Veiga (BNG) irrumpe en Viveiro saltándose todos los protocolos de las más elemental cortesía institucional y anuncia inversiones ninguneando al alcalde, que le guste o no, es el máximo representante de todos los viveirenses; Roel (PSOE) coge un cabreo del quince y en lugar de reconducir la situación de manera discreta y sutil, se deja llevar por sus instintos más primarios y pone en riesgo una inversión necesaria solo para que se vea quien manda. ¿Merecemos los ciudadanos tanta mediocridad manejando presupuestos millonarios?
O Cembedo, según parece, tenía hace años comprometido un césped de hierba artificial que iba a financiar Caixa Galicia (por lo menos así lo aseguraba la propaganda roeliana), y en Lavandeiras, hubo ya hasta dos proyectos deportivos que se iban a comenzar mañana (PSOE y BNG compitieron en venta de humo y falta de solvencia). Hasta la fecha, y tras casi seis años de mandato, coalición de ambos incluida, este municipio no cuenta todavía ni con una cosa ni otra.
Viveiro no necesita otro campo de fútbol, le llega con optimizar el funcionamiento de uno de los dos campos que ya tiene instalando un césped de hierba artificial. Las pistas de atletismo no cuentan con espacio suficiente donde el alcalde pretende ubicarlas. Sin embargo, Lavandeiras sí podría ser el emplazamiento idóneo para la construcción de otros espacios deportivos más modestos, que incluyeran, entre otras, unas pistas de tenis y de pádel (con iluminación, y hasta incluso alguna podría ir también cubierta). Su ejecución costaría bastante menos, Viveiro dejaría de ser uno de los municipios punteros de la provincia que no disfruta de este tipo de instalaciones públicas -lo que sin duda agradecerían los numerosos aficionados a estos deportes- y la zona se vería igualmente reforzada. Es solo una idea, para cuando los gallitos coaligados terminen la pelea.
Javier Illán, fue Jefe Provincial de Deportes